Ya hablamos del concierto de Marco Di Mauro y de Zoé, ahora vamos a hablar de otro par de conciertos que escuchamos en la recién terminada Feria Nacional de San Marcos 2015; toca el turno a Mexicanto y Alejandro Filio.
Parte de mi formación como músico se la debo, sin lugar a dudas, a la trova y a la canción acompañada de guitarras; es por eso que Mexicanto y a Alejandro Filio forman parte importante de camino en la vida. Recuerdo muy claramente escuchar los discos de Mexicanto, acompañado de buenos amigos y colegas, de cigarro y refresco de cola y de un grupo nutrido de guitarras. Mucha nostalgia en estas líneas.
Ahora, muchos años después, Mexicanto y Alex Filio aparecen en el cartel de la Feria de San Marcos del 2015, y por supuesto tuvimos que acercarnos a escuchar. En términos generales el concierto fue muy bueno, Mexicanto cantó una mezcla bien balanceada entre canciones nuevas y clásicas de su repertorio, y siempre con una muy alta calidad en su ejecución; por su parte, Alejandro filio nos dejó con un amargo sabor de boca, pues no traía nada de voz y durante una hora lo vimos batallar mucho para interpretar sus canciones que, irónicamente, están basadas en la voz.
De la participación de Fato solo aguantamos dos canciones, ya que comenzó pasadas las 12 y había que trabajar el siguiente día.
Tengo que mencionar que hay una extraña costumbre en la FNSM de contratar pequeños conciertos y juntarlos todos en una sola presentación; en este concierto estaban anunciados Mexicanto, Alejandro Filio y Fato, lo que atrajo a un poco más de gente que en conciertos anteriores. Pero esta práctica deja una sensación extraña en el escucha por un par de razones:
La primera, la duración de los conciertos. Como ya lo dije en una nota anterior, parece que están contratando a un número mayor de artistas pero a un menor costo; de esta forma el talento ofrece un concierto de menor duración y el Patronato presume de haber traído a más artistas. Sin embargo, el público apenas comienza a entrar en calor cuando el concierto termina abruptamente.
La segunda, el cambio entre artistas. Después de una hora de concierto, el artista que abre termina y deja el sitio para que la gente del staff entre a desconectar equipo y montar la nueva configuración con la que va a continuar el siguiente artista; esto provoca una enorme laguna de tiempo entre uno y otro shows, con lo que la gente se «enfría» y gran parte del público se va.
Mi recomendación para el Patronato de la FNSM es la misma de siempre: ¡Hagan las cosas bien! Lo que se ahorran en contratar talento también se lo ahorran en satisfacción del público.
La sabiduría popular lo dice bien: «El que mucho abarca poco aprieta».