Es uno de mis lemas de vida, se trata de saber “que terreno pisas” como es tu contexto y el lugar que tienes en el cosmos, okay, tal vez no en el cosmos pero si en tu pequeño universo y con eso es suficiente, conocer quienes son tus aliados y quienes están dispuestos a ponerte el pie. Si me han extrañado me disculpo y les digo que esa ausencia se debe precisamente a que me movieron el piso y no lograba saber “de qué lado masca la iguana” me tomó unos días (está bien, varios días) descubrirlo, adaptarme al nuevo entorno y determinar el curso de acción.
Lo que nos regresa al tema, en términos psicológicos creo que hablamos de resilencia, la forma de sobreponerse a los cambios, yo lo llamo simplemente saber el lado del que masca la iguana -no es reduncia, este es un tratado sobre eso 😛 Para que me entiendan, me cambiaron situaciones en casa, en la cama y en la oficina, nada divertido, no tuve tiempo ni modo para hacer las cosas, me estaba ahogando metafórica y literalmente (en la noche apretaba tanto la quijada que me ahogaba con mi propia saliva. No todo estuvo perdido, como seguro ya vieron saque el curso de marketing digital -que por ahí dicen que no vale nada pero tiene valor curricular -y me incribí a otro de analítica web, esperen presunción pronto. 😀
El proceso pasó por varias etapas y terminó en una charla hoy de menos de cinco minutos, creo que tres frases me dieron tierra firme, puede no gustarme .-de hecho no- pero me dio paz porque ahora sé con quien cuento y con quien no, a qué me enfrento y que camino hay que empezar a recorrer. Deseenme suerte porque está medio espinoso, pero al menos ya no voy a ciegas.
Les dejo esta canción, juro que busqué una con subtítulos sin éxito, creo que no es muy conocida.